Adulto mayor abuelos
Son el más apreciado reflejo de la experiencia, sabiduría y una gran infinidad de vivencias a lo largo del tiempo. Se han dedicado en cuerpo y alma a sus hijos, nietos, bisnietos y hasta tataranietos, derrochando mucha paciencia y amor. La vida es así, y si cometieron algún error en el pasado, no hay que juzgarlos, porque como todos, nadie está excento de cometer pecado.
Si como hijos nos sentimos agredidos u ofendidos de parte de ellos, debemos pensar en un momento ¿Qué sería de nosotros? Sin sus cuidos, regaños, noches de desvelo, pañuelos de lágrimas, tantas cosas que nos pasan a lo largo de nuestras vidas y ellos están ahí, sin pedir nada a cambio únicamente nuestro amor.
Esa etapa de la vida nos llegará, y para estar tranquilos con nosotros mismos, debemos sembrar cosas buenas, para que en el futuro esos frutos sean placenteros. Debemos estar pendientes de ellos en todo momento, si necesitan de nuestra ayuda brindarselas de inmediato, cuidarlos y decirles cuanto les amamos, porque, como todo en la vida, las cosas buenas no nos duran lo suficiente, y cuando llega ese momento duro de despedirnos de ellos para siempre, a veces, nos quedamos con todo aquello que quisimos expresarles en nuestro interior, y en vida, ellos no supieron lo que tanto sentíamos.
Estas palabras, se las dedico con sinceridad, GRACIAS ABUELITOS por todo lo bello que nos dan, sus alegrías, historias y toda su maravillosa experiencia, consejos, y sobre todo por ser parte de nosotros y transmitirnos sus genes.
Y si por algún motivo se sienten solos, por favor, recuerden que no lo están, tienen un pueblo que los respeta y ama, y el amor de Dios que nos deja en ningún instante solitos. Dios les dé fuerza para seguir su arduo camino, orientarnos para ser buenas personas y tener esa linda sonrisa. Muchas gracias, atentamente: de los lectores.